DERECHO A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y DE CULTOS
Garantía del Respeto, la Diversidad y la Tolerancia Religiosa en Colombia
DEFINICIÓN
El derecho fundamental a la libertad de conciencia y de cultos, consagrado en los artículos 18 y 19 de la Constitución Política de Colombia, garantiza que toda persona puede pensar y creer libremente, profesar o no una religión, practicar su culto sin coacción y difundir sus creencias. El Estado colombiano, al ser laico y neutral frente a toda confesión religiosa, debe proteger la libertad de cada individuo para actuar conforme a sus convicciones, siempre que el ejercicio de este derecho no vulnere los derechos de los demás ni el orden público.
CARACTERÍSTICAS
Inviolabilidad: Nadie puede ser obligado a actuar contra sus convicciones, revelar sus creencias o adoptar una religión determinada.
Autonomía individual: Cada persona tiene plena libertad para decidir en qué creer, no creer o cambiar de religión o convicciones.
Igualdad y no discriminación: Todas las religiones y creencias son iguales ante la ley; ninguna tiene privilegios ni discriminaciones.
Carácter laico del Estado: El Estado colombiano es neutral frente a las religiones y no puede identificarse con ninguna.
Libertad de práctica y culto: Se garantiza la posibilidad de manifestar públicamente las creencias, celebrar ritos y difundir la fe.
Límite en los derechos ajenos y el orden público: El ejercicio de este derecho no puede afectar los derechos fundamentales de otras personas ni alterar el orden social.
SITUACIONES QUE VULNERAN ÉSTE DERECHO
Discriminación laboral o educativa por motivos religiosos, como exigir profesar cierta fe para acceder a un empleo o estudio.
Obligar a participar en actos religiosos (misas, oraciones, rituales) en instituciones públicas o privadas, contrariando las creencias personales.
Negar el derecho a la objeción de conciencia, por ejemplo, cuando se sanciona a alguien por negarse a realizar un acto contrario a sus convicciones éticas o morales.
Trato desigual entre religiones, cuando una institución o autoridad favorece a una iglesia o grupo religioso sobre otros.
Imposición de símbolos o discursos religiosos en espacios oficiales o educativos, vulnerando la neutralidad del Estado.
Acoso o estigmatización social hacia quienes no profesan religión o pertenecen a minorías religiosas.
